La hiperplasia es un aumento anormal en el número de células en un tejido u órgano. Esto puede ocurrir debido a una serie de factores, incluyendo el crecimiento natural, la inflamación o la exposición a toxinas.
La hiperplasia puede tener una serie de consecuencias, dependiendo del tejido o órgano afectado. En algunos casos, la hiperplasia puede ser una afección benigna que no causa ningún problema. En otros casos, la hiperplasia puede ser un precursor de un cáncer.
La hiperplasia se diagnostica generalmente mediante una combinación de pruebas, incluyendo un examen físico, pruebas de laboratorio y pruebas de imagen.
El tratamiento de la hiperplasia depende de la causa subyacente y de la gravedad de la afección. En algunos casos, la hiperplasia no requiere tratamiento. En otros casos, el tratamiento puede incluir medicamentos, cirugía o terapia hormonal.
La prevención de la hiperplasia depende de la causa subyacente. En algunos casos, la prevención puede incluir evitar la exposición a toxinas o tratar la inflamación subyacente.
