La sepsis es una respuesta grave del cuerpo a una infección. Cuando una infección entra en el cuerpo, el sistema inmunitario envía glóbulos blancos para combatirla. En la sepsis, esta respuesta del sistema inmunitario se vuelve hiperactiva y comienza a atacar las células y los tejidos sanos.
Los síntomas de la sepsis pueden variar según la gravedad de la infección. Los síntomas comunes incluyen:
* Fiebre o hipotermia
* Frecuencia cardíaca rápida
* Respiración rápida
* Presión arterial baja
* Confusión
* Náuseas y vómitos
* Diarrea
La sepsis puede ser causada por cualquier infección, pero las más comunes son las infecciones del tracto respiratorio, las infecciones del tracto urinario y las infecciones de la piel.
Los factores de riesgo de sepsis incluyen:
* Edad avanzada
* Sistema inmunitario debilitado
* Enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o insuficiencia renal
* Cirugía reciente
* Lesiones
El diagnóstico de la sepsis se basa en los síntomas del paciente y los resultados de las pruebas. Las pruebas que se pueden realizar para diagnosticar la sepsis incluyen:
* Hemograma completo
* Cultivos de sangre
* Pruebas de función hepática y renal
* Ecografía abdominal
El tratamiento de la sepsis se centra en la infección subyacente y en la estabilización del paciente. El tratamiento puede incluir:
* Antibióticos
* Líquidos intravenosos
* Vasodilatadores
* Corticosteroides
Las complicaciones de la sepsis pueden incluir:
* Fallo multiorgánico
* Shock séptico
* Muerte
La mejor manera de prevenir la sepsis es prevenir las infecciones. Las medidas para prevenir las infecciones incluyen:
* Lavarse las manos con frecuencia
* Vacunarse contra las infecciones
* Evitar el contacto con personas que están enfermas
La sepsis es una condición grave que puede ser mortal. Es importante conocer los síntomas de la sepsis para que se pueda buscar tratamiento rápidamente.
